Thelma&Louis

Thelma & Louis es una película creada en el año 1991 por Ridley Scott, y en su argumento podemos ver como se da la evolución de las dos mujeres protagonistas. Las dos cumplen dos roles totalmente diferentes. Se distingue como Thelma, es una mujer que se ocupa de las labores de la casa, sus opiniones carecen de valor, y es muy conformista; en cambio Louis, es una mujer que trabaja en restauración como camarera, una mujer con un sinfín de libertades. Louis defiende la idea de que cada persona es libre de su destine, de su vida para poder tomar las decisiones que considere oportunas. Esta película marca un punto de inflexión, ya que se trata de algo más que road movie, es algo mucho más complejo que dos mujeres que hacen un viaje en coche. 

Thelma está llena de inocencia, se trata de un personaje que se mueve por pulsiones básicas y a medida que progresa esta particular road movie, los arcos de Thelma y Louise irán evolucionando, hasta que acaben viendo con toda claridad la vida, tal y como es. 

En la película se aprecia un empoderamiento que viene marcado gracias a la línea de la diseñadora de vestuario Elizabeth McBride, que al principio de la película arranca con una Thelma que lleva un precioso y sencillo vestido blanco, que refuerza la inocencia del personaje. Frente a ella, Louise viste de una manera clásica, con pañuelo para el pelo incluido, que remarca su fuerza e inteligencia. Poco a poco, irán perdiendo a lo largo del viaje todos sus atributos y símbolos femeninos. Esto queda reflejado en la secuencia en la que Louise se deshace del anillo de compromiso que le entrega Jimmy, los pendientes y el reloj a cambio del sombrero tejano del abuelo, que la mira lleno de asombro. Todo el argumento se desarrolla en un coche en la carretera, ese Ford Yhunderbird no es un simple vehículo, es el medio que las lleva a escapar de sus vidas, es la vía de escape.

También aparece la violencia hacia la mujer, cuando el marido de Thelma, que se trata de una figura masculina agresiva y controladora, muestra agresividad en la familia. Se expone también la división entre roles y diferencias entre mujeres y hombres, con los puestos de trabajo que tienen ellas y la diferencia económica que hay entre las figuras femeninas y masculinas. La violación no es un hecho extraordinario, representado por un hombre enfermo que no reconoce las reglas básicas del respeto y la convivencia.

Por el contrario, Harlan Pucket (Timothy Carhart) es un hombre atractivo, caballeroso y normal, que le paga los tragos a Thelma, la saca a bailar, la invita a tomar aire fresco al estacionamiento del bar y finalmente la viola. Mientras tanto, el acoso sexual queda representado en el camionero que, en tres ocasiones distintas, le dedica su repertorio más obsceno de gestos, señas y palabras a las protagonistas. 

Finalmente, la película muestra la revictimización judicial y policiaca cuando, tras haber asesinado a Harlan Pucket, Louise se niega a pedir ayuda a las autoridades porque “cerca de cien personas te vieron bailar con él”, le dice a Thelma, “nadie creerá que te violaron”. Así, la violencia sexual de género no aparece como excepción, sino como un problema recurrente que tiene sus causas en lo jurídico, lo político y lo social.

Como conclusión, y en nuestra opinión es una película con un gran trasfondo y que su visualización y posterior reflexión ha merecido la pena, porque hemos podido relacionar y cuestionar ciertos comportamientos y roles que adoptan las protagonistas. Papeles femeninos que llevan encadenados a estereotipos ya sea de vestimenta como de comportamientos sociales desde el siglo pasado, pasando por la década de los noventa y siguen estando presente en nuestros días.