martes, 19 de febrero de 2019

Babel




Babel es una película dirigida por Alejandro González Iñarritu. Su estreno tuvo lugar en el año 2006, en el festival de Cannes.

La trama del film inicia con dos niños marroquíes que, probando el rifle de su padre, hieren a dos turistas de origen norteamericano que iban en un autobús de turistas. Este hecho causa una serie de tragedias, acontecimientos y sucesos, en tres grupos de personas que se encuentran en distintas partes del mundo, los cuales no se conocen, pero están conectados por este acontecimiento.

Podemos decir que la idea principal de la película es describir las distintas realidades humanas en el mundo globalizado en el que vivimos, entendiéndose como tal aquel donde gracias a las nuevas tecnologías y a la adaptación de los sistemas económicos existe una interconexión en la vida de las personas de las diferentes partes del planeta.

De igual manera, este largometraje deja constancia de la diversidad cultural existente en nuestro planeta, ya que cuenta la historia de individuos que residen en Estados Unidos, Japón, México y Marruecos. Cada uno de estos grupos de individuos han nacido y crecido en lugares alejados no sólo espacial sino también culturalmente, y es por ello que sus concepciones, la imagen que tienen del mundo y su realidad es totalmente diferente. Estas colectividades representan distintos perfiles de ciudadanos, así como también serán diferentes las realidades económicas, políticas, científicas y tecnológicas dentro de cada una de las sociedades en las que viven.

En relación con las tecnologías en el mundo globalizado, podemos hacer una especial referencia a las de la comunicación, visibles en el film a través de las culturas japonesa y occidental. Señala de qué manera los medios masivos de comunicación sirven para este mismo fin comunicativo, y a través de él, para la manipulación, el conductismo y la transformación de la realidad en lo que puede o no ser.

Todos estos aspectos mencionados giran en torno a una problemática, la cual el espectador nota desde el comienzo de la película: la brecha existente entre las sociedades consideradas desarrolladas y aquellas en desarrollo o subdesarrolladas. A esto hace referencia Edward W. Said en su texto "Cultura, identidad e historia". Así, los turistas norteamericanos, provenientes de una cultura occidental, entran en pánico al encontrarse frente a un accidente provocado por aquellos que viven al límite de la subsistencia y sobre los que, históricamente, se han asociado connotaciones negativas (salvaje, primitivo, etc.) y en ocasiones hasta ligadas al terror.

Estos rasgos que diferencian las culturas occidental y oriental son producto de la identidad cultural que viene tomando especial fuerza desde la época colonialista y con ideas asociadas al imperialismo de las grandes naciones colonizadoras, como pudieron ser Gran Bretaña y Francia desde finales del siglo XVIII. De esta forma, y aunque hoy vivamos en un mundo globalizado e integrador, en el que las culturas son híbridas y encontramos migraciones entre los países, ciertas implicaciones siguen estando presentes en las diferentes sociedades. Esto puede observarse en el film si prestamos atención a la disparidad entre las sociedades orientales y occidentales, donde la segunda contaría con la supremacía así como también con cierto poder sobre la segunda, al encontrar, de nuevo debido a motivos históricos, esta jerarquía de civilizaciones en la que el colonizador tiene la misión de culturizar al colonizado.

Si bien hoy día la colonización es un proceso ya superado, cabe recordar que fue un episodio en la historia que tuvo lugar no hace tanto tiempo, y del que aún estamos sufriendo las consecuencias, como bien podemos observar en Babel.

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