Requiem por un sueño

En la siguiente entrada, procedemos a relacionar la producción Requiem por un sueño con Trainspotting. Estas dos producciones guardan muchos elementos en común, los cuales mostraremos más adelante. 

Requiem por un sueño es una producción dirigida por Darren Aronofsky en el año 2000 y producido por Artisan Entertainment y Thousand Words, en Estados Unidos. 

Portada de Requiem por un sueño

La trama se centra mucho en el tema de la adicción, como pueden ser la televisión, las drogas o el azúcar. Esto es un elemento en común con Traisnpotting, ya que en la película la droga es la sustancia que guía la vida de Renton, el protagonista. Droga que no le permite avanzar en su vida, que le tiene sometido y totalmente dependiente de esto. La relación con la droga se rompe cuando supera la adicción y consigue avanzar en su vida. 

Una droga que puede pasar desapercibida en nuestra sociedad, es la televisión. Sin embargo, en Requiem por un sueño, la televisión se presenta como una adicción más. Con términos como Telesueño, ,muestran a este aparato como una falsa terapia siendo usada como un vertedero emocional. Por lo tanto, es importante destacar el tratamiento de las drogas en ambas películas, ya que las dos, otorgan un papel importante a estos elementos. 

Otro tema que se presenta es la búsqueda del reconocimiento, en Requiem por un sueño por parte de la madre y en Trainspotting por parte de Renton, cuando decide "ser alguien en la vida".

Otro símil que encontramos con Trainspotting, se da cuando el hijo descubre que su madre se esta drogando. El hijo se queda impactado y la madre queda en evidencia al verse descubierta. Al igual que en Trainspotting, la madre descubre que su hijo es un drogadicto y no acepta esta adicción. Desde este momento la madre se implica en tema y cuida a su hijo, logrando que se desintoxique finalmente. 

Renton con sus amigos

Finalmente, procedemos a comentar otros aspectos de Requiem por un sueño. Cómo ya hemos mencionado antes, la televisión juega un gran papel en la historia. Es presentada como un dios, al que todo el mundo cree, mira y admira. La gente mayor confía plenamente en este aparato y creen todo lo que se emita en él, por lo tanto, son personas que se pueden manipular fácilmente. Se hace creer a las personas, que podrán cumplir sus sueños a través de la televisión, es decir, juegan con su deseo y sueños. Actualmente, podríamos decir que es un símil de las redes sociales, que nos influencian día a día, y que consumimos sin parar. 

La gente necesita ser reconocida pero reconocida mediáticamente, por eso la gran preocupación diaria de los usuarios de las redes sociales, es generar contenido, hacer planes y vivir experiencias con el fin de mostrarlas al mundo, y no vivirlas realmente. Se crea una necesidad de compartir todo lo que se haga y se admiran figuras profesionales de este mundo. Por ello, las profesiones más deseadas de los niños ya no son bomberos o futbolistas, sino influencers o youtubers. 

Cómo conclusión, es una película que merece la pena ver, ya que nos hace reflexionar sobre situaciones que son aceptadas con demasiada ligereza, como puede ser el control que tienen las redes sociales cobre nosotros.